16 de agosto de 2010

“Hace falta una política de frentes muy amplia”






Cuerpo del mensaje

Fernando "Chino" Navarro anticipa los objetivos de la flamante Secretaría de Participación Ciudadana y analiza la situación del peronismo bonaerense
El escenario político vive días agitados en la provincia de Buenos Aires. En el último mes, parecen haberse multiplicado los movimientos de los potenciales candidatos del Frente para la Victoria. El gobernador Daniel Scioli sorprendió esta semana con la creación de la Secretaría de Participación Ciudadana, conducida por Eduardo "Cholo" Ancona, referente del Movimiento Evita en Avellaneda. Bajo la órbita del nuevo organismo, también se puso en marcha un Consejo Consultivo presidido por Fernando "Chino" Navarro, diputado provincial y miembro de la Mesa Nacional del Evita.
En la entrevista con Debate, el legislador habla sobre los objetivos de la Secretaría y analiza el mapa político bonaerense frente a los comicios de 2011. Navarro sostiene que, con la estructura del Partido Justicialista,"no alcanza para ganar las elecciones" y que es necesaria una política frentista, que contenga a los posibles aliados del kirchnerismo. Cuestiona la implementación del sistema de "colectoras" porque asegura que "el triunfo electoral debe estar acompañado del triunfo político", al tiempo que critica los pasos de Felipe Solá luego del conflicto con el campo: "Felipe eligió irse del peronismo; no en términos formales, sino en sus posiciones ideológicas".
¿Cuál será el trabajo de Eduardo Ancona y el suyo desde la Secretaría de Participación Ciudadana?
Desde el Movimiento Evita consideramos que es muy importante que el Estado esté al servicio de la recomposición del tejido social, que venía de décadas de retroceso y vivió su eclosión en 2001. Recomponer el tejido social implica colocar al Estado como un instrumento de movilización y participación; no en términos partidarios, sino en las realidades políticas de los barrios. Desde 2003, hubo un crecimiento económico muy importante, pero no siempre hemos acertado en ubicar al Estado como un instrumento para reactivar la participación en la base social.
¿Qué políticas puede desarrollar esa participación social?
Nuestro objetivo es darle protagonismo a los sectores populares, trabajar para potenciar, dinamizar, acelerar y aprender de los procesos que se dan en cada barrio y cada territorio. No siempre el Estado llega a asistir estos emprendimientos y proyectos de forma ágil y eficiente. Muchas veces, no pasa sólo por una cuestión de recursos, que son importantes, sino también por la presencia del Estado respaldando, legitimando, institucionalizando y destrabando las cuestiones formales. Otro objetivo será recuperar la cultura cooperativista, que tiene un papel muy relevante, sobre todo en el interior de la provincia, y que fue arrasada por la gestión de Carlos Ruckauf. También queremos consolidar los alcances del Plan Argentina Trabaja, para que los trabajadores se puedan transformar en cooperativistas más allá de la coyuntura del programa. Hoy, ese plan nacional tiene más de cien mil beneficiarios en la provincia de Buenos Aires.
¿Por qué señala que con el PJ no alcanza para ganar las elecciones?
No se puede gobernar sin el peronismo, pero no se puede ganar sólo con el PJ. El peronismo es más amplio que el PJ, que es sólo un instrumento electoral. Es un movimiento muy amplio, complejo, con muchas contradicciones. Hay peronistas con Elisa Carrió, con Carlos Menem, con Eduardo Duhalde, en la CGT, en la CTA. Ese peronismo es imprescindible para gobernar la Argentina porque -debido a su dinámica y a su propia crisis- hoy cruza toda la sociedad, pero, para ganar, si uno recurre al PJ como instrumento, no alcanza.
¿Por qué?
Hace falta una política de frentes muy amplia. El hecho de que Julio Cobos haya traicionado el proyecto no tiene que alejarnos de la tradición frentista: hay muchos radicales ligados a la mejor historia de Hipólito Yrigoyen y Moisés Lebensohn, sectores del Partido Intransigente, socialistas, independientes, sectores ligados a la Iglesia, al mundo del trabajo. El rol de la CGT es sustancial en este proceso. Es necesaria una inteligencia electoral donde esa heterogeneidad pueda expresarse a través de una síntesis, cuyos ejes sean la redistribución de la riqueza, el fortalecimiento del mercado interno, las paritarias salariales, el combate del empleo en negro, la extensión de las asignaciones familiares… Aún falta la reforma financiera, tener un sistema tributario más equitativo. Por eso, es necesaria una política de frentes que pueda sostener estos desafíos que tenemos por delante y que pueda articular a los sectores populares con los sectores medios. Es muy importante reencontrarnos con los sectores medios que nos acompañaron en 2005 y 2007 y que, obviamente, no nos acompañaron en 2009.
El sistema de "colectoras", ¿puede ser un instrumento adecuado para esa política frentista?
No. Las colectoras no son una política frentista. Si bien pueden ser útiles para sacar más votos, no me parece que ese instrumento sea sano para fortalecer el sistema democrático, y sobre todo, el proceso político. Me interesa que el triunfo electoral esté acompañado del triunfo político. Si el triunfo electoral se da a través de colectoras, donde ciertos candidatos, con tal de sumar votos, eligen aquel que traccione más, pese a que no tengan coincidencias políticas -como sucedió en el 2007-, eso no va a representar un salto de calidad para la política. Después de la derrota del 28 de junio, tenemos que aprender que cantidad y calidad deben ir de la mano.
¿Cuál es su mirada sobre el lanzamiento de la agrupación Kolina, que lidera la ministra Alicia Kirchner en la provincia de Buenos Aires?
Con Alicia tenemos una relación de mucho afecto y franqueza política. Que una ministra como Alicia, quien tiene muchas responsabilidades institucionales, se haga tiempo para construir en términos políticos, me parece que es un ejemplo para que nadie pueda encontrar una excusa para no militar. Hoy, más que nunca, tenemos que estar a la altura de las circunstancias. Por eso, nos parece muy bien que los ministros, diputados, dirigentes gremiales y sociales se vuelquen a la política.
¿Qué rol puede jugar Hugo Moyano desde la presidencia del PJ bonaerense?
Cuando la mayoría de los dirigentes sindicales ligados a la CGT avaló el proceso de destrucción de la industria nacional, en los años noventa, Hugo Moyano estuvo en la calle desde el MTA, junto con la CTA y las organizaciones sociales. Hoy, conduce la CGT con enorme responsabilidad, en un marco en el que hay muchas tensiones por el crecimiento económico, por los números de la inflación, por el legítimo reclamo de los obreros de ganar más, y frente a la presión de los grupos económicos y sus medios de comunicación. Su compromiso, su poder de movilización, le han hecho ganar un lugar muy importante en el peronismo de la provincia y de la nación.
¿Moyano puede ser candidato en 2011?
No sé si éste es el momento, pero Moyano ha mostrado mucha madurez política, es muy sensato y responsable, y él sabrá evaluar bien sus tiempos. A muchos les molesta que un trabajador sea candidato, pero les parece natural que un empresario se postule. ¿Por qué no puede tener la posibilidad un trabajador que ha militado toda su vida para mejorar los derechos de sus compañeros? Sería muy bueno que un trabajador fuera presidente o gobernador de una provincia como Buenos Aires. No sé si Moyano va a tener un rol, y eso no se va a resolver en lo inmediato. Lo importante es que todos hagamos política, porque nos va a permitir tener un partido movilizado y, de esta manera, poder explicarle a una mayor cantidad de personas qué modelo de Argentina queremos, y escuchar qué cuestiones hay que mejorar y corregir.
Tanto usted como Emilio Pérsico, su compañero del Movimiento Evita, jugaron roles importantes durante la gobernación de Felipe Solá, ¿cómo evalúa los últimos movimientos políticos del ex gobernador?
En su gestión como gobernador, tuvimos una relación muy intensa y positiva. Y su gobierno fue bueno. Pero su discurso, en la noche de la 125, me decepcionó mucho. Si bien Felipe venía manteniendo sus dudas y diferencias, incluso algunas discutibles y razonables, quedó emblocado con la Mesa de Enlace. A partir de ahí, siguió su camino y terminó al lado de Mauricio Macri y Francisco de Narváez. Hace un mes nos juntamos a cenar, y tuvimos una charla muy afectuosa y franca. Pero me da la impresión de que eligió irse del peronismo. No en términos formales, sino en sus posiciones ideológicas, sobre todo si reivindica las banderas de la Sociedad Rural, de Macri, de De Narváez, y si va a la casa de Héctor Magnetto en el marco de la discusión de la ley de medios… Ahora habla de algo tan carente de fundamentos como lo del Senado "shopping", pero, después, la senadora Adriana Bortolozzi, quien supuestamente era una de las víctimas, declara expresamente que lo de la "Banelco" había sido "más moral" porque se había hecho a ocultas. Esa es la moral inmoral de la oposición. La polémica con Felipe en A dos voces no me hizo feliz. Yo no me puedo quedar callado si me menciona y, a la vez, agravia y miente de forma importante sobre el modo en que actúa el Gobierno en el Parlamento.
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